Por: Raquel Colina
Estado Zulia, Venezuela
Hola Espiri, Gustavito era mi hijo menor, nació el 3 de Diciembre de 1998. Era un niño muy sano, super cariñoso, buen estudiante, obediente y muy consentido por muchos. Un niño muy maduro para su edad. Se podría decir que fue un niño ejemplar, muy creyente de Dios, ya que yo, por ser catequista de niños, lo llevaba siempre conmigo a la iglesia. Un día normal se levantó para ir al colegio, tenía un compartir. Lo fui a buscar, llegó a casa y todo normal. Jugamos, reímos, jugo muchísimo con su perrita, ninguna señal de que ese día 18 de junio del 2009 partiría a los brazos de Papá Dios -hoy en día lo puedo volver a llamar así, pero estuve mucho tiempo enojada con Dios.
Ese día tuve que ir a la iglesia porque era la confesión de los niños, ya que el sábado siguiente harían su Primera Comunión. Me despedí de el dándole muchos besos y diciéndonos unos cuantos te amo , porque - como ya te dije- era muy cariñoso. No bien había llegado a la iglesia cuando me llamaron su papá y su hermano para decirme que estaban en la clínica con el debido a que tenía un fuerte dolor de cabeza. Salí corriendo, cuando llegué y le hablé empezó a convulsionar. En ese momento me le dio muerte cerebral y a las 12 de la noche de ese mismo día partió al cielo debido a un Aneurisma Cerebral Súbita, enfermedad congénita de la cual nunca antes había presentado síntoma alguno. Sólo tenía 10 años.
El domingo pasado, antes de llegar al cementerio, me paré como de costumbre en el mismo lugar donde le compro las flores para colocarlas donde reposa su cuerpecito. E señor que las vende me regaló una rosa, ya es costumbre, lo hace con todos sus clientes. Yo, como siempre, la dejé en el carro mientras me dirigía a colocar las flores. Esa rosa acostumbro a traérmela a casa y la coloco en un jarrón con agua. Ya la rosa había llegado un poco marchita por el calor del carro - y es que aquí en el Zulia la temperatura está demasiado fuerte- pero su color era tan lindo que aun así la coloqué en un florero. El día lunes la pobre ya estaba caída, sin embargo no la boté. En la noche me senté en el mueble a ver la foto de mi hijo que justamente estaba al lado de la rosa y le empecé a cantar Amor eterno de Rocío Durcal y comencé a hablar con él. Lo consentí y me imaginaba escuchando algunas de las cosas que él solía decirme, como:
-“Mami ¿Por qué te amo tanto?”
Se me escaparon algunas lágrimas y me fui a acostar. Mi sorpresa fue al otro día cuando vi la rosa que se empezó a levantar, pero no fue hasta la noche que realmente me asombré, llame a mi esposo, le comenté y le dije:
”- Me la regaló Gustavito”
Le tomé una foto y el día miércoles antes de salir del cuarto publiqué lo sucedido en Facebook y mi asombro fue mayor aun porque la rosa estaba completamente levantada. Hoy cumple una semana y no se ha caído ni un pétalo. Su tallo está completamente verde y sus pétalos se están enrollando como si ella quisiera abrirse. Lo más asombroso es que la tengo en la sala, es decir, no con aire acondicionado sino a la temperatura ambiente. Al tocarla se siente como si estuviese disecada. Cerca de su retrato puedes ver un detalle, siempre tiene una Virgencita de Guadalupe que le trajo su hermano cuando viajo a México.
Me gustaría decirte otra cosa, a pesar de mi molestia con Dios, y que es ahora que siento que me estoy reconciliando con El, sé que nunca me ha dejado sola y mi fortaleza solo puede venir de El. Yo me iba al cementerio desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde, en muchas ocasiones me tuvieron que sacar porque ya iban a cerrar el lugar, te voy a contar esto que también me sucedió:
Era un Domingo en la mañana y estaba ansiosa por ir al cementerio, pero mi esposo estaba cansado yo me recosté y me quede dormida… Empecé a soñar que quería ir al cementerio, pero mi esposo me llevó a otro lugar donde estaba mi mamá, yo me molesté mucho y a la final el me llevó al cementerio como yo quería.
Cuando llegué al lugar donde venden las flores, la chica que prepara los ramos los hizo de color blanco y amarillo y déjame decirte que yo las mando a arreglar de muchos colores pero en el sueño me las hicieron así. Cuando llegamos al cementerio, me pasó algo raro en el sueño: era como que si ya yo no estaba dentro del sueño pero lo estaba viendo, no sé si me entiendes.
Lo cierto es que veo venir a un hombre con la misma apariencia de Jesucristo se acercó a una tumba la abrió y me dijo: -¿ Por que buscas a los vivos entre los muertos?¡ Esto es lo que sucederá!
Y me mostró a mi hijo en un lugar verdoso corriendo, tomando a su papi, quien estaba sentado, recostado de un árbol en posición de descanso y llorando, le dijo:
-“ Papi, ya, ya no nos vamos a separar .”
Yo me desperté y no sentía nada, poco a poco empecé a sentir los latidos de mi corazón, no podía ni hablar, mi esposo despertó y no se lo pude contar hasta que ya casi estábamos listos para irnos al cementerio y cual fue mi sorpresa que cuando llego al lugar donde venden las flores ya no habían de colores solo blancas y amarillas. Y si te sigo contando las cosas que me han sucedido termino haciéndote un libro. Te quiero mucho mi Espiri, gracias por creer y querer compartir mi historia, voy a hacerte llegar adjunta una carta que él le escribió a su papá un día de su cumpleaños creo que allí tenia la edad de 8 años, sé que te asombrarás y verás porque te digo que es un niño ejemplar.
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