LUNES SANTO.

"JESÙS EXPULSA A LOS MERCADERES DEL TEMPLO"

A media mañana, luego de dormir en el pueblo Betania, en la casa de Lázaro, Marta y María (sus mejores amigos), Jesús sube andando a Jerusalén, ubicada a unos cuatro kilómetros. El hambre hace que se detenga en medio del camino. Se acerca a una frondosa higuera, la cual a pesar de estar llena de hojas, no había higos, entonces la maldijo, por no tener frutos, causando su sequía. Al llegar a Jerusalén, se dirige hacia el templo y lo encuentra lleno de comerciantes y vendedores haciendo negocios. Los echa del templo, diciendo que es un lugar sagrado de oración y que se debe tratar con respeto. Por la tarde pasa por el monte de los olivos en el camino de vuelta a Betania.
Jesús habla a la multitud, los enseña a orar, elige a sus discípulos y marcha con ellos camino de Jerusalén.

Este acto se escenifica en el cercado de la “Tahona”.
Jesús llega a las puertas de Jerusalén, acompañado de sus discípulos y de la multitud, entre cantos de alabanzas. Es recibido por los Sacerdotes del Sanedrín, manteniendo con ellos una disputa. Los soldados tratan de impedir que Jesús, acompañado de la multitud, entre en Jerusalén. Por fin lo consigue y se dirige al Templo, donde enfurecido expulsa a los mercaderes y seguidamente predica a los que le escuchan su doctrina.