POR QUE ME INICIE EN EL MUNDO ESPIRITUAL( PRIMERA PARTE )

(Testimonio de Orlando Aristigueta Rivero)


Amigos lectores, en este espacio voy a narrarles la historia de cómo me inicié en el Mundo Espiritual.
Todo comenzó hace alrededor de 25 años. Vivía con mis padres y mis tres hermanos en una vida familiar promedio: papá ocupado en su trabajo, mamá en los quehaceres del hogar, los hijos en nuestros estudios y realizando trabajos temporales durante la época de vacaciones. Un día la situación familiar comenzó a cambiar sin motivo aparente: la casa comenzó a sentirse pesada, yo empecé a ver sombras que circulaban por ella, a veces aparecían unas moscas grandes que llenaban nuestra vivienda y volaban lentamente (como bobas) de una habitación a otra. Mi papá perdió el trabajo “sin ton ni son” y comenzamos a vivir no en pobreza sino en una verdadera ruina.
Recuerdo que una noche mientras dormía desperté sobresaltado al sentir que alguien me arrebataba la cobija con brusquedad, al abrir los ojos ví una figura masculina, negra, como una sombra. Medía alrededor de dos metros de altura, de complexión fuerte y sus ojos brillaban como los de un animal. De más está decir el miedo que me produjo esta aparición. De inmediato comencé a rezar y me mantuve haciéndolo hasta que el ser desapareció.
Los problemas de mi casa no distraían de mis propios problemas: las chicas me rechazaban. Tenía amigas muy queridas... pero
apenas intentaba llevar la relación a otro nivel...adiós amistad. Veía cómo mis compañeros de estudio tenían novias, terminaban, empezaban con otras...y yo seguía sin formalizar nada. Me sentía muy solo.
El hecho de tener la videncia, percepción extrasensorial o facultades espirituales me hacían capaz de ver en otros planos...lo cual no resultaba nada agradable pues se traducía en percibir sombras y cosas feas pululando por la casa.
Comencé, a raiz de todo esto, a interesarme en el mundo espiritual. Empecé a comprar imágenes de santos, hice un pequeño altar donde rezaba, les encendía velas, les hacía peticiones... Empecé a aprender a “echar” las cartas españolas.
En la próxima entrega les relataré lo que pasó después...estoy seguro les interesará-