Oracion; un acto de la virtud de religión que consiste en pedir ciertos dones o gracias de Dios. En un sentido más general, se trata de la aplicación de la mente a las cosas divinas, no simplemente para adquirir conocimientos respecto a ellas, sino para utilizar ese conocimiento como medio de unión con Dios. Esto puede llevarse a cabo a través de la alabanza o de la acción de gracias, pero definitivamente la petición constituye el acto principal de la oración.
La oración es una conversación con Dios; el intercambio del alma con Dios, no en contemplación ni meditación, sino una alocución directa con Él. La oración puede ser oral o mental, ocasional o constante, jaculatoria o formal. Es una “rogatoria al Señor” (Ex. 32:11); “verter el alma ante del Señor” (1 Sansón. 1:15); “orando y clamando al cielo” (2 Chr. 32:20); “solicitando ante Dios y suplicando” (Job 8:5); “acercándose a Dios” (Ps. 73:28); “doblando las rodillas” (Efesios 3:14).
La oración puede ser individual o comunal y puede realizarse en público o en privado. Puede involucrar el uso de palabras o de cantos. Cuando se usa el lenguaje, la oración puede tomar la forma de un himno, encantación, declaración de profesión formal de fe, o un pronciamiento espontáneo de la persona que reza. Hay distintas clases de oración como la oración de peticiones, oraciones de súplica, de acción de gracias; oraciones con el propósito de adoración y alabanza, para solicitar guía, solictar ayuda, confesar pecados o para expresar los pensamientos y las emociones de una persona. Así, las personas rezan por muchas razones como un beneficio personal o por el bien de los demás.
La oración presupone una creencia en la personalidad de Dios, su habilidad y su voluntad de intercambiar con nosotros, su control personal sobre todas las cosas y sobre todas sus criaturas y todas sus acciones. La oración aceptable debe de ser sincera (Hebreos 10:22), ofrecida con reverencia y temor divino, con un sentido humilde de nuestra propia significación como criaturas y de nuestra propia falta de mérito como pecadores, con intensa importunación, y con una sumisión sin vacilación a la voluntad divina.
Una oración también debe de ofrecerse en la fe que Dios es y que Él existe, y que Él es quien escucha y responde la oración y que Él cumplirá su trabajo, “Pedid y recibiréis” (Mateo 7:7; 8; 21:22; Marcos 11:24; Juan 14:13, 14).
Para que sea una oración eficaz la misma debe de ser humilde. Existen innumerables testimonios en las Escrituras en cuando al poder de la humildad en la oración. “Un corazón contrito y humilde, O Dios, no despreciaréis" (Salmos 51:17). "La oración del humilde o afligido traspasará las nubes...” (Eclesiástico 35:21).
En la cristiandad, la oración en el nombre de Cristo está ordenada (Juan 16:23, 24; 15:16; Efesios 2:18; 5:20; Colosenses 3:17; 1 Pet. 2:5).
La oración es de distintas clases, es secreta, en solitario con Dios (Mateo 6:6); ysocial, como son las oraciones en familia, y en adoración pública; y pública en el servicio del santuario.
En todas las Escrituras se encuentra y se ordena la oración mediadora(Num. 6:23; Job 42:8; Isa. 62:6; Salmos 122:6; 1 Timoteo 2:1; Santiago 5:14), y existen muchas instancias registradas sobre las respuestas que han se han dado a dichas oraciones, por ejemplo, de Abraham (Gen. 17:18, 20; 18:23-32; 20: 7, 17, 18), de Moisés sobre el Faraón (Ex. 8: 12, 13, 30, 31; Ex. 9:33), por los israelitas (Ex. 17:11, 13; 32:11-14, 31-34; Num. 21:7, 8; Deut. 9:18, 19, 25), por Miriam (Num. 12:13), por Aaron (Deut. 9:20), de Sansón (1 Sansón 7:5-12), de Solomón (1 Reyes 8; 2 Chr. 6), Elías (1 Reyes 17: 20-23), Eliseo (2 Reyes 4:33-36), Isaías (2 Reyes 19), Jeremías (42:2-10), Pedro (Hechos 9:40), la iglesia (12:5-12), Pablo (28:8).
Las oraciones pueden decirse mientras se camina, mientras se maneja un vehículo, mientras se come, y así sucesivamente. Deberíamos rezar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).
* Se menciona hincarse en oración (1 Reyes 8:54; 2 Chr. 6:13; Salmos 95:6; Isaías 45:23; Lucas 22:41; Hechos 7: 60; 9:40; Efesios 3:14, etc.);
* agachar la cabeza y caer postrados (Gen. 24:26, 52; Ex. 4: 31; 12:27; Mateo. 26:39; Marcos 14:35, etc.);
* extender las manos (1 Reyes 8:22, 38, 54; Salmos 28:2; 63:4; 88:9; 1 Tim. 2:8, etc.);
* y al estar de pie (1 Sansón. 1:26; 1 Reyes 8:14, 55; 2 Chr. 20:9; Marcos 11:25; Lucas 18:11, 13).
El factor más importante en la oración es la actitud.
No importan la postura, el lenguaje, el lugar ni la hora. El corazón del hombre debe estar en relación con Dios. Jesús nos ha dejado un ejemplo perfecto y no superado de la importancia de la oración en la vida de una persona (la Oración del Señor).
La oración está frecuentemente impuesta en las Escrituras (Ex. 22:23; 1 Reyes 3:5; 2 Chr. 7:14; Salmos 37:4; Isaías 55:6; Joel 2:32; Ezequiel. 36:37, etc.), y contamos con muchísimos testimonios que la misma ha sido respondida (Salmos 3:4; 4:1; 6:8; 18:6; 28:6; 30:2; 34: 4; 118:5; Santiago 5:16-18, etc.).
* El siervo de Abraham le rezó a Dios y Dios lo dirigió a la persona que debería de ser la esposa del hijo de su amo y su heredero (Génesis 24: 10-20).
* Jacobo le rezó a Dios y Dios inclinó el corazón de su hermano irritado, para que se reunieran en paz y amistad (Génesis 32: 24-30; 33:1-4).
* Sansón le rezó a Dios y Dios le mostró un pozo en donde podía saciar su sed abrasadora y así vivió para juzgar a Israel (Jueces 15:18-20).
* David rezó y Dios venció al consejo de Ahitofel (2 Sansón. 15:31; 16: 20-23; 17:14-23).
* Daniel rezó y Dios le permitió contarle su sueño a Nabucodonosor y darle la interpretación del mismo (Dan. 2: 16-23).
* Nehemías rezó y Dios inclinó el corazón del rey de Persia para otorgarle permiso para visitar y reconstruir Jerusalén (Neh. 1:11; 2:1-6).
* Ester y Mardoqueo rezaron y Dios venció el propósito de Hamán, y salvó a los judíos de la destrucción (Ester 4:15-17; 6:7, 8).
* Los creyentes en Jerusalén rezaron y Dios abrió las puertas de la prisión y dejó a Pedro en libertad, cuando Herodes ya había resuelto sobre su muerte (Hechos12:1-12).
* Pablo rezó para que el aguijón de la carne pudiese ser removido, y su oración conllevó a un gran incremento en la fortaleza espiritual, mientras que el aguijón, quizá, permaneció allí (2 Cor. 12:7-10).
Algunas cosas llegan a suceder únicamente en la medida que reza el hombre (1 Tim. 2:1-4). La oración es esencialmente una comunión. Dios desea el compañerismo del hombre, y el hombre necesita la amistad de Dios.
Como un fenómeno multifacético, la oración incluye los siguientes elementos:
* comunión
* adoración
* acción de gracias
* confesión
* petición
* intercesión
* sumisión
Los siguientes principios son normativos en la oración:
* se hace con fe (Heb. 11:6; Mateo. 17:20),
* en el Nombre de Jesús (Juan 14:13; 15:16),
* manteniéndose en la Voluntad de Dios (1 Juan 5:14,15),
* bajo la dirección y la dinámica del Espíritu Santo (Judas 20),
* por un suplicante que se ha confesado y ha renunciado al pecado(Salmos 66:18; Isaías 59:1,2),
* por un corazón que perdona (Mateo 6:14-15),
* en un contexto de relaciones armoniosas a nivel humano (Mateo 5:23,24; 18:19),
* con persistencia (Lucas 11:5-8; 18:1-8).
Desde el punto de vista de la responsabilidad humana, la oración es el elemento principal en la producción del programa redentor de Dios (1 Tim. 2:1-4). Descuidar la oración es un pecado (1 Sansón. 12:23). La oración es necesaria para la salvación. Sin la oración no podemos resistir la tentación ni obtener la Gracia de Dios, ni crecer y preservarla.
En la Biblia común de las religiones abrahámicas, aparecen varias formas de oración; las formas más comunes son la petición, la acción de gracias y la adoración. El libro más largo en la Biblia es el Libro de los Salmos, 150 cánticos religiosos que a menudo son considerados oraciones. Otras oraciones bíblicas muy conocidas incluyen el Cantar de Moisés (Éxodo 15:1-18), el Cantar de Hannah (1 Sansón 2:1-10), y el Magníficat (Lucas 1:46-55). Pero quizá la oración más conocida en la Biblia es la Oración del Señor (Mateo 6:9–13; Lucas 11:2-4).
En la religión bíblica, se entiende la oración como obsequio así como una tarea. Dios toma la iniciativa (Ezequiel 2:1-2; Salmos 50:3-4), pero el hombre debe de responder. Esta clase de oración es personalística y de diálogo. Involucra revelarle a Dios nuestro ser más interno pero también la revelación que Dios nos hace de sus deseos (Proverbios 1:23).
La oración bíblica es clamarle a Dios desde las profundidades; es el verter el alma ante Dios (1 Sansón. 1:15; Salmos 88:1-2; 130:1-2; 142:1-2; Lam. 2:19; Mateo. 7:7-8; Filipenses. 4:6; Hebreos 5:7). A menudo toma la forma de una súplica apasionada y de importunación a Dios, aún una lucha con Dios.
Dicha actitud presupone que la voluntad esencial y final de Dios es incambiable, pero la manera en la cual escoge llevar a cabo su voluntad depende de las oraciones de sus hijos. El nos quiere como partícipes en alianza, no como autómatas ni esclavos. En este sentido estricto, se puede decir que la oración cambia la voluntad de Dios. Pero más fundamentalmente es compartir nuestras necesidades y deseos con Dios para que podamos conformarnos más plenamente con su voluntad esencial y final, y su propósito.
La oración es como la paloma que Noé envió, la cual lo bendijo no sólo cuando regresó con una hoja de olivo en su pico, sino cuando ya no regresó del todo.
Catolicismo
La oración en la tradición de la religión catolica
La oración es un diálogo entre Dios y los hombres. Mediante la oración se contempla a Dios, se le agradece, se le pide perdón y se le solicita su bendición y ayuda. Al orar, cada uno puede hacerlo con sus propias palabras o recurrir a algunas de las oraciones tradicionales de la Iglesia.
Jesús da un ejemplo de oración en el Huerto de los Olivos, cuando al orar decía "Padre, que no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Mc 14, 36).
Una diferencia sustancial entre catolicismo y protestantismo es el papel en las oraciones de la Virgen María y los santos. En ese punto no hay diferencias entre el Catolicismo y el "Ortodoxo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
AMIGO LECTOR , NOS INTERESA MUCHO SABER TU OPINIÓN ACERCA DE ESTE ARTÍCULO ESPECÍFICO O DE LA PÁGINA EN GENERAL. ESPERAMOS TUS COMENTARIOS.