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lunes, 28 de junio de 2010
Las Estrellas del Manto de la Virgen
El Día del Milagro
El martes 12 de diciembre de 1531 ocurrió la aparición de la Santa Imagen de la Virgen de Guadalupe en el ayate de Juan Diego. La mañana de ese mismo día tuvo lugar el solsticio de invierno, que para las culturas prehispánicas significaba: el Sol moribundo que vuelve a cobrar vigor, el nacimiento del nuevo Sol, el retorno de la vida. Ya que el solstico de invierno es el punto en el cual la tierra, en su recorrido en torno al Sol, da un cambio de dirección en su orbita y comienza a acercarse al astro rey. Con este cambio de dirección se tiene la impresión de que el Sol va recobrando su fuerza y que el invierno va debilitándose.
Para los indígenas el solsticio de invierno era el día más importante en su calendario religioso, era el día en que el Sol vence a las tinieblas y surge victorioso. Por esto no es casual que precisamente en ese día la Virgen de Guadalupe haya presentado a su Hijo Jesús a los pueblos indígenas porque así ellos pudieron comprender que Ella traía en su seno al Dios verdadero.
¿Qué hay en el Manto de la Virgen de Guadalupe?
De acuerdo con el doctor Juan Homero Hernández Illescas se comprueba, con admirable exactitud, que en el manto de la Virgen de Guadalupe está reproducido el cielo del momento de la aparición: la mañana del solsticio de invierno de 1531.
En el manto están representadas las estrellas más brillantes de las principales constelaciones visibles desde el Valle del Anáhuac aquella madrugada del 12 de diciembre de 1531. Allí están las constelaciones completas. Las estrellas se encuentran agrupadas como en la realidad. Deslumbrantes testimonian la grandeza del milagro.
LAS CONSTELACIONES DEL MANTO
A) Lado Izquierdo de la Virgen
En el lado izquierdo del manto de la Virgen (a nuestra derecha porque la vemos de frente) se encuentran “comprimidas” las constelaciones del sur:
Cuatro estrellas que forman parte de la constelación de Ofiuco (Ophiucus).
Abajo se observa Libra y a la derecha, la que parece una punta de flecha corresponde al inicio de Escorpión (Scorpius).
Intermedias con la porción inferior, se pueden señalar dos de la constelación de Lobo (Lupus) y el extremo de Hidra (Hydra).
Hacia abajo se evidencia la Cruz del Sur (Crux) sin ninguna duda, y a su izquierda aparece el cuadrado ligeramente inclinado de la constelación de Centauro (Centaurus).
En la parte inferior, solitaria, resplandece Sirio.
B) Lado Derecho de la Virgen
En el lado derecho del manto de la Virgen se muestran las constelaciones del norte:
En el hombro, un fragmento de las estrellas de la constelación de Boyero (Bootes), hacia abajo a la Izquierda le sigue la constelación de la Osa Mayor (Ursa Maior) en forma de una sartén. La rodean: a la derecha arriba, la cabellera de Berenice (Coma Berenices), a la derecha abajo, Lebreles (Canes Venatici), a la izquierda Thuban, que es la estrella más brillante de la constelación de Dragón (Draco).
Por debajo de dos estrellas (que todavía forman parte de la Osa Mayor), se percibe otro par de estrellas de la constelación del Cochero (Auriga) y al oeste, hacia abajo, tres estrellas de Tauro (Taurus).
De esta manera, quedan identificadas en su totalidad y en su sitio, un poco comprimidas, las 46 estrellas más brillantes que rodean el horizonte del Valle de México.
Datos significativos de la fecha de las apariciones de la Virgen de Guadalupe
Los indígenas eran hombres religiosos por excelencia, vivían atentos a la palabra de Dios, quien que les enviaba mensajes en el cielo y en la tierra. El 12 de diciembre de 1531, día de la estampación de la Virgen de Guadalupe en el ayate de Juan Diego, se reunieron en el cielo cuatro grandes símbolos para los indígenas
a) El renacimiento del sol: En ese día los indígenas pudieron observar un fenómeno que sólo se puede apreciar un día al año: el nacimiento del nuevo sol en el solsticio de invierno. El sol moribundo que vuelve a cobrar vigor significaba el retorno de la vida, el resurgimiento de la luz, un nuevo sol.
b) El regreso de Venus: El planeta Venus solamente cada ocho años retorna junto con el sol. Los indígenas lo interpretaban como el regreso de Quetzalcoátl, el Dios–hombre, representado por Venus. Su aparición marcaba el retorno de la luz, de la religión y de la cultura.
c) Conjunción Sol-Venus: Ésta da origen al símbolo de la plenitud, el Nahui Ollin. Tanto Venus-Quetzalcoátl como Sol-Tonatiuh eran símbolos de Dios. Al conjuntarse ambos en el cielo ese día, podía observarse una plenitud de simbolismos divinos.
d) La aparición del cometa Halley: El día 12 de diciembre de 1531 el cometa Halley iba llegando a la cima del cielo (cenit).
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