San Germán de Auxerre Santo Patrón de la ciudad de San Germán, Puerto Rico.

San Germán de Auxerre

No se conoce su nombre verdadero. Pudo ser Germanus. Pero Germanus en latín además de ser un nombre propio significa "hermano". Al surgir el francés, el nombre cambia a Germain. Debido a que vivió hace más de 1,600 años no se conoce la fecha exacta de su nacimiento pero debió haber sido alrededor del año 378 en el actual Auxerre, Francia, perteneciente a la antigua región de Armórica, lo que es hoy Borgoña. Sus padres fueron Rusticus y Germanila miembros de la alta nobleza con familiares en el Senado Romano. Estudió en las mejores escuelas de su época pasando a Roma a estudiar elocuencia(1) y derecho. Tras graduarse de lo que vendría siendo un abogado de la época, practicó la profesión adquiriendo gran fama por su elocuencia. En Roma se casó con Eustaquia. Luego de varios años fue nombrado Dux(2) o gobernador militar de su zona natal, Armórica, por el emperador romano Flavio Honorio. Demostró una gran capacidad para gobernar y superó a su antecesor en la administración. En su época la Iglesia y el gobierno estaban unidos.

Aún cuando conocía de la fe cristiana ya que era la religión oficial del Imperio Romano, y siendo Dux, sus acciones lo hacían parecer pagano. Acostumbraba cazar y los trofeos de la caza los colgaba en las ramas de un árbol que los paganos solían usar para sus ritos religiosos. Viendo esto, San Amador, obispo de Auxerre, le pidió que cambiara y abandonara las prácticas paganas. El continuó haciéndolo hasta que el santo, aprovechando que Germán estaría ausente por un viaje de varios días, hizo talar y quemar el árbol con todos los trofeos de las cacerías. Germán a su regreso se puso tan furioso que San Amador tuvo que huir de la ciudad. El Espíritu Santo le reveló a San Amador que moriría pronto y que Germán sería su sucesor. San Amador pidió permiso al Prefecto Julius para tomar prisionero a Germán y obligarlo a hacerse saderdote. Julius aceptó el plan y un día que Germán entró a la Catedral, San Amador lo tomó prisionero y le hizo la tonsura(3) en contra de su propia voluntad.


A pesar de lo que podríamos esperar que sucediera, Germán aceptó todo esto como la voluntad de Dios o como de parte de la Divina Providencia(4). Cambió su vida, se dedicó a la oración, a los ayunos, al ascetismo, renunciando a sus riquezas, repartiendo su hacienda entre los pobres, abandonó el vino para sólo tomarlo en las festividades de Navidad y Pascua de Resurrección y aún así lo diluía en agua. Comía una sola vez al día y sólo en la noche, eliminando la sal de la comida para que no tuviera sazón. No volvió a comer pan de trigo y sí lo comía de cebada(5). Dormía en una cama de tablas. Usaba sólo ropas sencillas y siempre las mismas por lo que la mayoría de ellas estaban rotas. Andaba descalzo y con relicarios en el cuello. Cuando San Amador murió Germán fue aclamado por el pueblo y los clérigos como el nuevo Obispo(6). El 7 de julio de 418 fue investido como Obispo de Auxerre distinguiéndose por sus habilidades excepcionales.
Continuó con su vida de asceta durante los siguientes treinta años. Vivió más como un monje que como un Obispo y la relación con su esposa fue de hermana y no de cónyugue.

Cerca de Auxerre construyó la Abadía de San Cosmas y San Damián, donde acostumbraba retirarse a orar. Fundó monasterios e iglesias. Llevó reliquias de sus innumerables viajes a las iglesias para aumentar la fe de los creyentes. Convirtió, bautizó e instruyó a innumerables personas logrando encaminarlos hacia Cristo hasta el punto de que algunos de ellos llegaron a la santidad (San Brieuc, San Severo, Santa Camila, San Censurius, San Mamertino, San Sabino, San Patricio, Santa Genoveva de París, etc.). Cultivó amistades con los más grandes hombres y mujeres de su época como San Juan Crisóstomo, San Lupo de Troyes, San Amador, Papa San Celestino I, emperatriz Galia Placidia, el emperador Valentiniano III, etc.

Predicó, evangelizó, bautizó, educó con la palabra y el ejemplo, repartió lo que tenía entre los necesitados, alimentó al hambriento, sacó de su error a paganos y herejes, devolvió la fe a los descorazonados. Realizó viajes misioneros a tierras lejanas y sirvió de mediador para abogar por los necesitados. Vivió una vida ejemplar de mortificación y dedicación a la práctica de los valores cristianos.

En 420 el Papa San Celestino le ordenó Obispo regionario con encargo de pasar a predicar la fe en la Bretaña Inglesa(7). Erradicó la herejía del pelagismo(8) en la Bretaña Inglesa y en las Galias al debatir con los que la defendían, predicar a los que la creían y creando escuelas públicas para educar en la verdadera fe y evitar así que se siguiera propagando dicha herejía.

Aún cuando él no hubiese hecho ninguna otra cosa, el educar con la palabra y el ejemplo, preparar y aconsejar por 18 años y finalmente con su carta de recomendación y sus buenos oficios, conseguir que el Papa San Celestino I nombrara a San Patricio (el más exitoso misionero católico de todos los tiempos) como misionero a Irlanda, hubiese sido suficiente para ganarse el cielo y la santidad. De los monasterios e iglesias que fundó San Patricio salieron los misioneros que convirtieron a los bárbaros del norte, y los que educaron y mantuvieron la civilización en Europa en la Alta Edad Media. En esos monasterios se enseñaba latín, griego, hebreo y muchas otras lenguas necesarias para convertir a los pueblos bárbaros al cristianismo.

San Germán murió en Ravenna el 31 de julio del 450, acompañado de los más altos dignatarios de la corte imperial romana y de sus amigos, entre ellos San Juan Crisóstomo.




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Milagros:

San Germán de Auxerre durante unos 30 años de apostolado católico realizó innumerables milagros. Profetizó, resucito o curó a personas y animales, haciendo caminar a paralíticos y devolviendo la vista a los ciegos, expulsó demonios y habló con los muertos. Aún la paja donde él dormía se usaba para hacer milagros de curación. Venció ejércitos, inclusive sin derramar sangre(9), calmó tempestades en los mares, salvó edificios del fuego y protegió a ciudades de epidemias, de la destrucción y de las masacres de la guerra(10). Recobró dinero y pertenencias robadas o perdidas, liberó prisioneros, reconoció y confirmó vocaciones religiosas y consagró al servicio de Dios a Santa Genoveva, Patrona de París, a la que evitó que una turba la matara. Después de su muerte siguió intercediendo; cuando su cadáver fue llevado a la catedral todas las velas y lámparas se encendieron a la vez, además promovió la construcción de abadías con apariciones en sueños.


Enseñanzas:

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San Germán de Auxerre nos enseña a llevar una vida de pobreza, austeridad y servicio. También nos enseña a ser hospitalarios con todos y particularmente con los pobres a los que servía personalmente. También nos enseña la pureza de la fe y a no caer en las herejías.

Apéndice:

Oración a San Germán de Auxerre
Santo Obispo Germán de Auxerre, nuestro guardián
honor y consolador de la Iglesia.
Tú abandonaste riquezas y glorias
para seguir con humildad a Cristo nuestro Dios.
Tú combatiste las herejías
e hiciste triunfar la verdadera fe.
O santo padre de los pecadores, refugio de los desventurados,
ruega a Cristo que nos fortalezca con su Gracia.
Amén